“Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar” (Hechos 2,1).

En vísperas de la Solemnidad de Pentecostés, el domingo 8 de junio, y por segundo año consecutivo, la Red de Colegios del Arzobispado de la Santísima Concepción celebró la Fiesta de Pentecostés: VES (Ven, Espíritu Santo). La actividad reunió a más de 700 estudiantes de octavo básico el viernes 30 de mayo en el Instituto de Humanidades José Manuel Santos de Chiguayante, en una jornada marcada por la espiritualidad, el encuentro y la reflexión en torno a una celebración tan significativa para nosotros los católicos, que marca el nacimiento de nuestra Iglesia.

Como parte del compromiso evangelizador de la Red, la experiencia VES busca ofrecer a los estudiantes una instancia formativa y comunitaria en el inicio de su enseñanza media, promoviendo espacios de encuentro con otros jóvenes, dinámicas lúdicas y momentos de oración que les permitan profundizar en su fe. A lo largo del día, los participantes fueron guiados por estudiantes de la pastoral juvenil —122 en total— quienes estuvieron desde el día anterior preparando cada detalle para recibirlos.

Los estudiantes, organizados en grupos mixtos provenientes de los ocho colegios de la red, participaron en cinco Salas del Espíritu, cada una inspirada en un signo simbólico: agua, fuego, soplo, silencio y luz. En estos espacios se promovió la reflexión desde distintas dimensiones, combinando juegos, momentos de diálogo y oración. Josefa Tello, estudiante de segundo medio del Instituto de Humanidades de Concepción, comentó que en la sala del fuego se trabajó el valor del respeto: “Reflexionamos sobre las obras que queremos dejar en el corazón. Es una forma de entender lo que significan estos dones”.

Y como novedad este año, se habilitó una sala de la “Calma del Espíritu”, pensada especialmente para aquellos estudiantes que necesitaran un espacio de regulación personal durante la jornada.

¿Por qué es importante celebrar Pentecostés?

Pbro. Mauricio Aguayo, Presidente de los Colegios del Arzobispado de la Santísima Concepción, subrayó la relevancia espiritual de esta fiesta para la vida cristiana: “Es el don del Espíritu Santo que Jesús nos dejó para acompañarnos y hacernos partícipes de su resurrección. Sin el Espíritu Santo no podríamos conocer a Jesucristo ni vivir el gozo de ser hijos de Dios. Renovar esta experiencia es renovar nuestra fe, nuestro encuentro con Jesús, y también crecer en la fraternidad que Él inspira. Como todos somos hijos de Dios, al estar juntos nos ayudamos mutuamente, creciendo en esa experiencia común que es parte esencial de nuestra fe”.

Pilar Laso, directora de Desarrollo Integral, destacó el compromiso de los jóvenes organizadores: “Los estudiantes de enseñanza media prepararon esta jornada con mucha dedicación, para que los octavos básicos pudieran vivir una verdadera fiesta de fe y encontrarse con el Espíritu de Dios, felices nuevamente de vivir esta experiencia”.