La deserción escolar sigue siendo un desafío en Chile, con más de 47.500 estudiantes fuera del sistema educativo. Las causas y consecuencias de este fenómeno están en el foco del “Plan de Reactivación Educativa 2024” del Ministerio de Educación, que identifica el impacto de la pandemia en la continuidad escolar, especialmente en sectores vulnerables.

Desde los Colegios del Arzobispado de la Santísima Concepción explican que este problema es multifactorial, y pueden estar relacionados con aspectos familiares, económicos o de acceso geográfico, así como con dificultades formativas. “En este contexto, la comunidad educativa en su conjunto tiene un rol clave en acompañar a los estudiantes” afirma Carola Valenzuela, coordinadora de ciclo básico de los colegios.

La red, compuesta por ocho colegios y un jardín infantil, se ha enfocado en una gestión donde todos son responsables del bienestar y aprendizaje de sus estudiantes, ayudándolos a desarrollarse en un ambiente donde puedan integrarse plenamente en la sociedad.

¿Qué estrategias se están implementando para reducir el ausentismo?

En 2018, la asistencia escolar a nivel nacional era del 89%, con una meta del 90%. Tras la pandemia, el índice bajó al 83% en 2022 y ha mostrado una leve recuperación en 2023. Los establecimientos de la red actualmente alcanzan un promedio de asistencia del 89%, superando el promedio nacional, y trabajan para superar el 90%.

En el marco de la Semana de la Educación Parvularia, que se celebra del 18 al 22 de noviembre, los Colegios del Arzobispado de la Santísima Concepción destacan la importancia de la educación en los primeros años. “Es importante darles seguimiento también a los estudiantes del jardín, de prekínder y kínder, porque popularmente se piensa que solo van a jugar, sin valorar que están adquiriendo habilidades sociales que son base en su educación”, señala Carola.

Además, se ha implementado un monitoreo para identificar a los estudiantes en contextos de alta vulnerabilidad. Se llevan a cabo catastros de estudiantes en riesgo, y las duplas psicosociales se encargan de evaluar cada caso, investigando posibles vulneraciones de derechos y tomando las medidas necesarias para asegurar su regreso y permanencia en el sistema escolar.

Entre las actividades para fortalecer la asistencia y reducir el ausentismo, se incluyen proyectos de convivencia escolar y presentaciones teatrales creadas por los estudiantes de cuarto medio en San José de Cañete, quienes incluso llevaron su obra a otros colegios y al Liceo La Asunción en Talcahuano. “La vinculación con el entorno es clave en nuestra gestión educativa. Al trabajar con redes como COSAM, podemos conocer cuando un estudiante enfrenta problemas de salud mental, y entender mejor las barreras que enfrenta para asistir al colegio”, comenta Valenzuela.

Para 2025, el objetivo es evaluar el impacto de estas iniciativas en cada nivel educativo. Con la clasificación de asistencia del Ministerio de Educación en categorías de “destacada” (97-100%), “normal” (90-96%), “reiterada” (85-89%) y “grave” (80% o menos), el compromiso es claro. “Podríamos considerar que un 95% de asistencia es positivo, pero en realidad solo entra en la categoría normal. Por eso, debemos seguir fortaleciendo nuestras estrategias para que los niños, niñas y jóvenes asistan, aprendan y sigan construyendo vínculos”, concluyen desde la red de colegios.