Como cada año, la Vicaría Pastoral para la Educación y la Cultura (Viceduc) celebró la Eucaristía del Día de la Solidaridad, reuniendo a todos los Colegios de Iglesia de la Arquidiócesis de Concepción. En la Misa participaron nuestros colegios, reafirmando nuestro compromiso de educar, servir y evangelizar.

La Eucaristía fue presidida por el obispo auxiliar de Concepción, Monseñor Oscar García, quien en su homilía invitó a todos a seguir los pasos de Jesucristo, reconociendo su rostro en el prójimo. “¿Qué significa cumplir la palabra de Dios? Escuchar al Hijo. ¿Cómo podemos escuchar al Hijo? A través de su propia palabra, una palabra viva. Cada vez que me encuentro con el Evangelio, es Dios quien me habla. ¿Y qué me pide? Que vivamos la dimensión del amor incondicional, al estilo de Jesucristo, en nuestra propia realidad, reconociendo en el prójimo el rostro del Señor”, expresó Monseñor García. Además, subrayó la importancia de no solo ofrecer conocimiento, sino también ser personas íntegras, donde la dimensión espiritual es fundamental para nuestro crecimiento, ayudándonos a ser portadores de un amor que trasciende nuestras vidas.

El mes de la solidaridad, celebrado durante todo agosto, conmemora la vida y obra de San Alberto Hurtado, nuestro Santo cuya misión fue un ejemplo vivo del amor. San Alberto, fundador del Hogar de Cristo, dedicó su vida a los más necesitados, promoviendo la justicia social y el amor al prójimo. Su legado perdura en la sociedad chilena, y cada 18 de agosto se celebra el Día de la Solidaridad en su honor. Este día fue declarado por el gobierno chileno y desde su beatificación en 1994, el calendario litúrgico y el santoral de la Iglesia Católica recuerdan su memoria en el aniversario de su muerte.

Los colegios de Iglesia se unen a esta misión. Martina Mella, estudiante de cuarto medio del Instituto de Humanidades de Coronel, comenta: “La importancia de celebrar este mes radica en que, como católicos, estamos llamados a servir durante todo el año.”

Antonia Segura, del Instituto de Humanidades de Chiguayante, añade: “Nos ayudamos mutuamente en trabajos y estudios, y también apoyamos a toda nuestra comunidad. Podemos forjar lazos importantes entre todos nosotros. Por eso, es fundamental recordar este mes tan hermoso.”