Directores de pastoral y rectores de los colegios del arzobispado se reunieron el día 18 de julio para seguir trabajando en conjunto el valor de la solidaridad, preparando acciones concretas que beneficien a la comunidad en el marco del Mes de la Solidaridad.

La acción solidaria se realiza durante todo el año escolar; sin embargo, los estudiantes de primer año medio de cada uno de los colegios tienen como objetivo planificar, ejecutar y llevar a cabo un proyecto de acción solidaria. Esta actividad culmina con la recepción de la piocha de Alberto Hurtado, un símbolo que se vincula con los sellos educativos de las Fundaciones: Educar, evangelizar y servir.

Luz María Acle, directora ejecutiva de las Fundaciones, comentó que el encuentro sirvió para seguir reflexionando sobre cómo construir una cultura de solidaridad en los establecimientos y cómo las familias y estudiantes pueden vivir este valor desde la institución: “Compartimos experiencias de solidaridad y servicio que nos han marcado, buscando que estas vivencias sirvan de inspiración para toda la comunidad educativa.”

En este contexto, monseñor Bernardo Álvarez, obispo auxiliar ha encomendado a los colegios la misión de seguir potenciando la solidaridad. Este llamado invita a vivir en servicio y a enseñar a los estudiantes la importancia de este valor, con el objetivo de crear un impacto positivo y duradero en la sociedad.