Delegación de 30 peregrinos de la red participa en el Jubileo de los Jóvenes en Roma

31 Julio , 2025

Con la emoción aún fresca tras haber cruzado la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, un grupo de 24 estudiantes y seis colaboradores de la Red de Colegios del Arzobispado de la Santísima Concepción se encuentra participando en el Jubileo de los Jóvenes 2025, que se desarrolló en Roma entre el 28 de julio y el 3 de agosto.

La delegación viajó desde Chile el 24 de julio, y tras su llegada a Italia el 26, ha participado activamente en las distintas instancias del encuentro internacional organizado por el Vaticano.

Cronograma del viaje

El domingo 27, cruzaron la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro, uno de los momentos más significativos del itinerario jubilar. Antonia Aguilera, estudiante de tercero medio del Colegio San José de Cabrero comenta: “La Eucaristía fue algo que me tocó profundamente, porque a pesar de la barrera del idioma, pudimos sentir a Dios vivo dentro de nosotros. Me llamó mucho la atención cómo todo podía converger en un solo lugar: personas de tantos países distintos, con culturas e idiomas diferentes, unidas por una misma fe.”

El lunes 28 fue el día de llegada oficial de las delegaciones al Jubileo, con instancias de acogida y distribución en la ciudad. El martes 29 participaron en la Santa Misa de bienvenida celebrada en la Plaza de San Pedro por la Iglesia de Roma. Durante los días miércoles 30 y jueves 31, los jóvenes recorrieron Roma participando en los “Diálogos con la ciudad”, instancias de encuentro cultural, artístico y espiritual distribuidas en distintos puntos de Roma.

La delegación está conformada por estudiantes de los ocho colegios de la Red, acompañados por sus referentes pastorales y directivos. Entre ellos se encuentran Luis Ogas, rector del Colegio San José de Cabrero; María de los Ángeles del Río, directora de Pastoral del Instituto de Humanidades San Francisco de Asís de Lota; Mauricio González, director de Pastoral del Instituto San Sebastián de Yumbel; Ximena Sáez, coordinadora de Pastoral del Instituto de Humanidades de Concepción; Javiera Alarcón, directora académica del Liceo La Asunción de Talcahuano; y Pablo Choloux, coordinador pastoral de la Red.

Pablo, quien ha acompañado desde el inicio la preparación espiritual y logística del grupo, valoró profundamente el significado de esta experiencia para la comunidad educativa: “Nos devela que somos parte de una Iglesia universal, donde no importan los idiomas ni las culturas, porque la fe es la misma. Visitar la cuna de nuestra Iglesia nos permite crecer en nuestra experiencia espiritual.”

Además compartió que: “Con estos nuevos aprendizajes, nuestros estudiantes vuelven a sus comunidades para comunicar y seguir a este Dios vivo que llama desde la realidad de cada uno. Además, poder viajar a Europa también es, para ellos, una experiencia educativa profunda y transformadora.”

Itinerario Roma-Asís-Chile

Al momento de redactar esta nota, la delegación continúa su peregrinar en Roma, con actividades previstas como una jornada penitencial en el Circo Massimo, una vigilia junto al Papa León XII en Tor Vergata y la Santa Misa de clausura del Jubileo. Además, está contemplada una visita a la ciudad de Asís, cuna de San Francisco, una figura especialmente significativa para el Instituto de Humanidades San Francisco de Asís de Lota.

En ese sentido, María de los Ángeles del Río, directora de Pastoral del establecimiento, comentó: “Estar en el lugar donde nació San Francisco es tremendamente significativo para nuestra comunidad. Él fue un laico consagrado que vivió y sufrió la guerra, fue preso y, tras esa vivencia, decidió despojarse de todo para abrazar una vida sencilla. Su testimonio —centrado en la persona, el cuidado de la naturaleza y el servicio al prójimo— nos desafía a educar con esos valores cada día en nuestros colegios”.

El Jubileo, en la tradición católica, es un Año Santo que se celebra cada 25 años como un tiempo destinado a la renovación espiritual, el perdón de los pecados y la reconciliación, con énfasis en la peregrinación, la justicia, la esperanza y la solidaridad. Su origen se remonta al Jubileo bíblico (año cincuentenario de perdón y liberación, según Levítico 25). El último Jubileo ordinario fue en el año 2000, bajo Juan Pablo II; éste de 2025 fue convocado por el Papa Francisco con el lema Peregrinos de Esperanza.